Salvo que se trate de un taller pequeño, en el que el consumo de piezas
no es muy elevado, y se puede surtir en el momento de los productos necesarios
para la reparación por medio de los almacenes recambistas, el tener un almacén
de productos de recambio es del todo necesario para la actividad normal del
taller y poder mantener los niveles de servicio establecidos.
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